Al clásico «perro perfecto» de Scottex le ha salido un duro competidor: el Border Collie viene pegando fuerte y dispuesto a chupar cámara. El Labrador Retriever ya no es el perro ideal para un spot televisivo, y parece haber quedado en un segundo plano tras el primo cercano de Lassie que, siguiendo la tradición familiar, quiere destacar como nuevo protagonista.
Basta echar una ojeada a las descripciones de ambas razas para encontrarse con un serio dilema a la hora de elegir pretendiente, ya que ambos encajan en el perfil de “yerno perfecto”: los dos son dóciles, obedientes y muy, muy trabajadores.
Como posibles candidatos al mismo puesto de trabajo, tampoco lo tendrían fácil en Recursos Humanos: ambos aspirantes son dinámicos, infatigables, aprenden rápido y podrían ser muy útiles para tu empresa.
No se puede negar: tanto uno como otro dan el perfil. Nos quedaríamos con los dos, pero como aquí en el fondo nos gusta la polémica y pretendemos generar un debate acalorado, vamos a centrarnos en las odiosas comparaciones.
Y es en la experiencia laboral donde empezamos a encontrar las primeras diferencias. Revisamos el currículum de los dos aspirantes a “perro perfecto”:
Nombre y apellidos: Labrador Retriever.
Nacionalidad: Canadiense
Ha trabajado en Brigadas Caninas de la Policía desempeñando las funciones de antidroga, antiexplosivos, búsqueda y rescate.
También ha trabajado en Asistencia desempeñando las funciones de perro guía y perro de servicio.
Título Académico: Puesto Nº 7 en la Academia Stanley Coren
Nombre y apellidos: Border Collie.
Nacionalidad: Anglo Escocés
Ha trabajado en Pastoreo desempeñando las funciones de conducir ganado, guiar y controlar rebaños.
También ha trabajado en Agility desempeñando las funciones de salto de obstáculos y carrera contrarreloj.
Título Académico: Puesto Nº 1 en la Academia Stanley Coren
Como vemos, la trayectoria profesional del Labrador se incluye dentro del campo del trabajo social, mientras que la de su adversario Collie se incluye dentro del… campo.
El Labrador sobresale por su “utilidad” en su desempeño de diferentes trabajos que suponen realmente una gran labor social, lo cual le convierte en un perro ideal para todo tipo de perfiles: personas solas, niños pequeños, personas mayores, familias numerosas…
Pero aunque un séptimo lugar en el exigente ranking del Profesor Coren le incluya entre las razas caninas más “capaces” del planeta, en un test de inteligencia funcional quedaría por debajo del que ha sido elegido “el perro más inteligente del mundo”.
En lo alto del podio se mantiene el Border Collie. Y no sólo se mantiene, sino que hace equilibrio sobre él, lo salta, lo rodea y vuelve a colocarse en su puesto en cero coma. Si el Labrador es un currito, el Border Collie es un líder nato.
Utilidad, inteligencia, responsabilidad, equilibrio, buen carácter… ¿Va a ser que en este país quedan buenos políticos de verdad? ¿Pero es que estos powerperros nunca pierden los papeles? ¿Deberíamos catalogar a estas dos razas, además de cómo las más inteligentes, como las más coñazo del planeta? ¿No hay ningún trapo sucio, ningún pasado oscuro?
Pues a pesar de que nos hemos puesto en plan “asesor político” de la peor calaña y hemos rebuscado en sus cubos de basura, no hemos encontrado mucho más que huesos roídos (ninguno humano) y pelotas de tenis medio comidas.
Incluso sus expedientes médicos indican, en general, buena salud en ambos casos, y aunque siempre existen enfermedades congénitas que afectan particularmente a ambas razas (la displasia de cadera es la más frecuente y común a los dos). Aunque el labrador es más propenso a tener enfermedades articulares (codo, hombro..) podemos decir a grandes rasgos que no son perros que vayan a vaciar tu bolsillo (y engordar el de tu veterinario) en este sentido.
Pero no dejéis de leer, amantes de la crítica gratuita, trolls y fans de la prensa rosa, que algo hemos encontrado para vosotros.
“El Labrador es capaz tanto de guiar y socorrer a un ciego como de comerse su bastón al menor descuido”
Si durante la entrevista de trabajo le preguntásemos al Labrador cuál cree que es su mayor defecto, sin duda nos contestaría que su gula insaciable. Esta raza tiene la insana costumbre de llevarse a la boca cualquier objeto que se le antoje apetecible (que en su caso puede ser, literalmente, cualquier cosa). La clásica zapatilla le sabe a poco: calcetines, cuerdas, trozos de pared y hasta piedras. La glotonería del labrador junto a la falta de ejercicio físico provoca que la tendencia a la obesidad sea uno de los principales problemas que sufre esta raza. Una tendencia al alza en su país de origen, Canadá, pero que en su caso particular no hay que juzgar a la ligera ya que, al parecer, los kilos de más del labrador tienen una razón puramente biológica. Mutaciones aparte, por favor tengan cuidado con sus objetos personales cuando se encuentren cerca de un Labrador que no ha desayunado, y -esto va para los maestros de primaria- si un alumno le viene con el cuento de que “el perro se ha comido mis deberes”, pregúntele de qué raza es, antes de juzgar el argumento como burda excusa.
“Tu Border Collie te será fiel hasta el final y lo dará todo por ti. A cambio, tú te pasarás las horas muertas lanzándole el freesbie una y otra vez, hasta que se te duerma el brazo”
Por su parte, el Border Collie te dirá que su mayor defecto es que “le cuesta desconectar”, ya que este perro es un auténtico workaholic. Dale tarea y será feliz. No puede estar sin hacer nada. Y a pesar de que eso es música para los oídos de un jefe, y de que es difícil encontrarle un “pero” a esta raza, el que sea tan inagotable y esté tan obsesionado con el ejercicio físico no es para todos los públicos, ni mucho menos. Tomad nota, runners, crossfitters, mountainbikers y personas en plena crisis de los 40 en general, este perro os va a mantener ocupados. Go, Border Collie, go!
Ya estás avisado, si a este vigoréxico no le proporcionas su dosis diaria de parque, toda esa energía mal canalizada puede convertir a tu inteligentísimo superperro en un manojo de nervios insoportable.
Llegados a este punto de la entrevista, ¿con qué candidato deberías quedarte?
Depende, en parte, de tu modelo de negocio y perfil empresarial. Si ya tienes una empresa con experiencia en el sector y estás dispuesto a hacer una gran inversión de tiempo, puedes lanzarte a incorporar un Border Collie a tu plantilla sin problemas. Pero si no eres más que un inconsciente entrepeneur que acaba de montar una startup en esto de los perros, pensamos que esta raza no es recomendable para dueños primerizos que vayan a dar su primer paso en la educación canina.
El Labrador Retriever, sin embargo, sí que es más adecuado para amateurs. Aunque puede tener un carácter más tranquilo comparado con su antagonista y tal vez tiende más a la pereza, no deja de ser un perro grande y enérgico que necesita también mucho ejercicio, especialmente por esa tendencia a la obesidad, que no hay que tomarse a la ligera.
Si eres del tipo couch potato y esperas que tu perro pase largas horas contigo de sofá y mantita, olvídate del Border Collie, con él sólo formarás un buen equipo si eres joven, dinámico y proactivo.
Y del mismo modo, piénsatelo dos veces antes de incluirlo en tu plantilla si en ésta ya casi no hay puestos vacantes y/o están todos ocupados por miembros de pequeña edad que acaparan gran parte de tu tiempo, ya que él también va a necesitar atención especial para no aburrirse. El Labrador sería mucho más indicado para trabajar en una empresa familiar.
Y por último, antes de tomar esta importante decisión, desde aquí te recomendamos revisar esa montaña de currículums que normalmente suele olvidarse en el último cajón. Visita los albergues de adopción y protectoras de tu ciudad. Infórmate y pregunta, porque seguro que hay un candidato que encaja totalmente con lo que estás buscando. Y la ventaja, además, es que ya vienen con referencias.
Infórmate bien, y no compres, ¡adopta!
En el caso concreto del Border Collie se da un gran número de casos de abandono por parte de pastores para los que su “herramienta de trabajo” ya no resulta útil, por lo que si habéis decidido adoptar un ejemplar de esta raza podéis entrar en SOS Border Collie-Canae, la primera protectora oficial en España de Border Collie. Se trata de una asociación sin ánimo de lucro que ayuda no sólo a buscar un hogar a estos perros, sino también a adaptarlo y sociabilizarlo de nuevo, debido a las duras condiciones en que llegan muchos de ellos tras el trato recibido por sus anteriores dueños.
Y como desafortunadamente el abandono no sabe de razas, el Labrador también cuenta con su propia voz de alarma: os dejamos la página de Facebook SOS Labrador si os habéis decidido por un ejemplar de esta raza.
Otra gran oportunidad de compartir tiempo y vivencias con un Labrador -y de paso ponerse uno mismo a prueba en el tema de la educación canina- es la posibilidad que ofrece la Fundación ONCE de encargarse de la tutela de un cachorro de perro guía.