Somos muy achuchables y hacemos cosas muy bonicas. Somos cute. Nos gusta que nos rasquen la tripa. Pero… tenemos un marcado lado punk.
Ya hemos dicho que aquí predomina el mestizaje. Ni puras razas, ni pedigrís. Por eso le damos al punk, al blues y al rock. Y por eso puede surgir el amor entre un labrador y una caniche mientras se marcan un pogo a ritmo de Rage against the machine.